El día de hoy fue sábado y estamos en Fuyoshida en estos días como lo he comentado en numerosas ocasiones. Hasta el momento habían habido sólo días de lluvia pero hoy hubo un claro. Nos fuimos a la parada de buses y tomamos un micro que hacía un recorrido por diferentes localidades y atracciones de la zona.


La segunda parada fue en una villa con la típica arquitectura rural antigua en Japón. Es una villa claramente creada artificialmente sobre lo que fue una verdadera villa en la antiguedad y que me da la impresión desapareción por un derrumbe de los que estamos acostumbrados en Chile, en la medida que el cambio climático aumenta la intensidad y concentración de las lluvia y la gente construye más en pendientes.
Cada casa recreada ahora es un negocio de artesanía o comida típica envasada.
En cada casa estube muy interesado de conocer a la gente y su cultura.


Conocí a un artista japonés que pinta con tinta china, me invita a sentarme para enseñarme algo y me ofrece dos pinceles. Le ofrezco hacerle un dibujo de mi país, mi cordillera de los andes, un huaso, una carreta y una casa de campo con corredor. Le cuento de qué se trata. El amablemente toma un papel hecho por él y escribe en japonés gracias, japon y algo más que pediré a Hiroyo me traduzca el martes (el lunes es feriado acá). El artista me regala su timbre (firma) lo que es un tremendo honor. Me ofrece de regalo su escritura y me pide a cambio mi dibujo, el cual lo pegó en una muralla con una reverencia de agradecimiento. Quedó tremendamente agradecido , yo impresionado...Luego de comprar un calendario pintado por él conozco a otra señora que es costurera fina de artesanias en genero. Le pido autorización para tomarle una foto con sus obras de arte.
Este viaje me está llenando en términos profesionales y culturales. Abriendo mundos jamás imaginados. Aprendizajes no sólo de lo que puedo llegar encantado a intentar replicar en Chile y ojalá apoyado por la cooperaicón japonesa, sino también en términos de aprender de la humildad, la equidad, el respeto por el otro. El agradecimiento. La educación. Los detalles.
Cómo no estar a gradecido por esta oportunidad de la que tantos me habían hablado cuando venían al JICA.


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