lunes, noviembre 20, 2006

THE END (EL FIN) PARTE III

Fue difícil pasar por policía internacional por la pena de dejar a mis amigos que jamás volveré a ver juntos. Una larga fila. Unos pocos metros. Retiro mi equipaje. Paso por la revisión del Servicio Agrícola y Ganadero. No hay problemas, todas mis maletas, mochilas, bolsos, cámara y computador están conmigo. Camino hacia la salida del aeropuerto.

Voy cabeza agacha cuando de pronto siento golpes y gritos de ultratumba en algún lado de este sector del aeropuerto. Suenan golpes de vidrio. Tres niños golpean y gritan a rabiar desde el segundo piso del aeropuerto. Son dos de mis pequeñas sobrinas y ...el patito, mi hijo mayor (6 años). El tiene una cara de impresión. De felicidad. De alegría, de pena... Los veo partir corriendo hacia algún lado.


Yo salgo con mis bolsos rápido. Dos grandes abrazos con mis sobrinas. Un abrazo largo que nunca termina con el patito. Está inmenso. Todo un niño. Me toma la mano. Salimos abrazados. Me saluda mi cuñado, quién logró traer solo al Patito pues el Panchito no soportaría estar tantas horas sin su madre.

Nos subimos a la Van. Les muestro un avión TAM que despega. Les digo que en ese avión llegué y en ese avión se van tres de mis amigos. No es verdad, pero era lo más simple de decir. Ellos, así, cierran mi viaje por japón. ------------
Una vez arriba de la Van quieren saberlo todo. El patito me hace cosquillas y me dice "celositooo", le digo que él es el cosquilloso y que es él quien tiene varias pololas según supe. Estalla en carcajadas y me dice "pero si tu también hay pololeado". La vale, mi sobrina mayor me pide que le pregunte ¿cómo se dice nariz en inglés? el patito se adelanta y dice "Nouse" la Vale le tapa la boca y me insiste que le pregunte. Le pregunto y me responde "No Sé". Es un chiste en español, muy bueno.

Nos abrazamos nuevamente con el patito. Le pregunto por cuantas pololas en el último mes. Me nombra cuatro que lo arrinconan para bezarlo.

De regreso a Talca me quedo dormido casi todo el viaje. De vez en cuando escuchaba al patito que le enseñaba cosas a sus primas. Como que el "amanecer" era en la noche. Ahi yo le agregaba que el amanecer era como a las 5 de la mañana y que empezaba cuando acababa la noche. El lo incorporaba rápidamente y me asaltaba con otra pregunta. Tiene todo un mundo por delante. Tiene ganas de enseñar. Tiene ganas que el papá le corrija, lo guíe, lo acompañe. Nos abrazamos nuevamente. Me toma la mano. Sus ojos son inmensos y me miran con felicidad a 25 centímetros. Me quiere contar millones de cosas y yo cansado a morir, esta vez, me doy el tiempo de escuchar y compartir.

La sobrina chica me dice "tio pato, te acuerdas cuando fuiste a estados unidos y me trajiste unos naipes chiquititos", le digo que si y que ahora también le traia algo. Abre los ojos de verguenza al ser descubierta y felicidad por la mejor noticia de la semana.

Pasamos a dejar al Patito a su casa. La que era mi casa unos pocos meses atrás. Tendré que esperar hasta el lunes para ver al panchito que no sabia que yo llegaba y tampoco sabia que su hermano iría a Santiago a buscarme. Lo llamo por teléfono después y le digo que mañana lo iría a buscar al jardín. Me dice "papi, ya no estas en japon?", le digo "no hijo, estoy en tu misma ciudad, en talca". "Papi...te quiero mucho", me suena al teléfono.

Mi cuñado, mi hermana y mis sobrinas me insisten 4 veces que me vaya a casa con ellos. Que descanse con ellos. Me ofrecen una pieza sola. Un computador. Internet. Desayuno y cena. Estoy muerto de cansado. Acepto. Me encuentro con el tata, nos damos dos abrazos. Hace cuanto que no nos comunicabamos tanto con el tatita, todos los días por skype. Me conoce cada detalle del viaje. Tanto así que mientras tomabamos té me preguntaba con lujo de detalles por cosas que casí yo había olvidado. Me preguntaba de qué país era Murai y de cual otro Mara. Me decía que en la foto de las cascadas había encontrado una nueva cara, de un gordo junto a mi. Lo reviso y claramente es "Daruma". Un símbolo japonés que da buena suerte al que lo tiene o lo conoce. Lo tienen en los restorantes, en los hoteles y en los templos.

Murai me decía que yo era Daruma San y reía. Hiroyo decía lo mismo. Estallaba en risas. Debe ser verdad.
LUNES:
Hoy lunes el panchito se toma una foto al lado de Daruma, en mi departamento. Le entrego algunos de sus regalitos. Quiero jugar al playsation me dice, mientras su polera de los kiwis de nueva zelandia y las zapatillas de los power rangers no paran de saltar y probar si pueden caminar para atrás.
Recuerdas que cuando hablabamos por skype y tu tomabas un oso de peluche y lo abrazabas pensando que era el papá, mientras yo te decía "abrazo de energía de amor panchito"?. Ajá me repsonde. Pues le digo que ahora nos podemos dar el abrazo en vivo y en directo.
ABRAZO DE ENERGIA DE AMOOOOORRRRRR!!!! PANCHITO.
Las zapatillas de los power ranger saltaron mas alto y más veces en tres segundos.

THE END (EL FIN) PARTE II

La última vez que ví a Ahmed fue en los pasillos del centro del Jica. Me preguntaba a qué hora me iba, le decía que a las 1:30 pm que nos juntáramos en el front desk del Jica. No llegó.

La última vez que ví a Luis, de Aguas Calientes, Mexico, fue en el casino del Jica. Eligió el mismo plato que yo. Pollo, papas fritas y mucho tabasco. Aprovecha de filmar las últimas imágenes del Jica, se despide y se va. Fue el primero en partir.

La última vez que vi a Murai fue en la salida del Jica, junto a Atutonu. Murai nos preparó regalos especiales a cada uno. Además me regaló una figura de Daruma. Ella es belleza. La extrañaré y nuestras conversaciones.

Atutonu nos despidió en la salida del Jica junto a Murai. Ella tomaba el vuelo a las 19:00 horas hacia Togo, luego de compartir muchas horas de vuelo junto a Ahmed hasta separarse en Dubai.
Lidia Atutonu contaba cada dia qe pasaba para volver a su país con su pequeña hija. Era la primera vez que se separaba por tanto tiempo de ella. Al final, las últimas 4 o 5 semanas ya no nos acompañaba en los paseos.
La última vez que ví a Podeul fue en el aeropuerto de Narita, Tokio. Estaba junto a Elizabeth, Vinicius, Mara y Victoria. Me hizo la última seña cuando le tomé una foto. Me decía en el Jica que Chile era muy especial y que jamás lo olvidaría. Que el volvería a su Nepal e himalayas. Yo volvería a mi cordillera de los Andes. El era técnico forestal, le traduje el artículo del blog "steady state" o "crecmiento en equilibrio diámico" y le dije que esa condición de crecimiento de los bosques nativos nos daban leciones de vida a todas las religiones amodadas por los humanos en la tierra. Que ese concepto de desarrollo entendido sólo en el largo plazo era lo que nos unía a todos.

El sol que aparece de occidente sale a saludar.




La última vez que vi a Elizabeth fue en el aeropuerto de Auckland (nueva zelandia), estaba junto a Vinicius, Mara y Victoria. Desde allí ella tomaría un avión hasta una isla polinésica y luego otro avion hasta Cook Island. Elizabeth sufrió mucho la despedida. Los últimos 3 días se dio cuenta de lo que implicaba compartir esos días y quiso aprovechar los tiempos perdidos de compartir con todo el grupo. Su yunta, sin duda, fue Victoria. Elizabeth vuelve a su archipiélago a ver cómo aprovechar el curso para la conservación. Le hablé de las islas Juan Fernandez y del trabajo de planificación de la conservación que había desarrollado junto al Aaron en el 2005. Eso le serviría. Me dijo que hablaría con su jefe pues quería venir a Chile en próximo año a un curso del que no recordaba el nombre. Nos regala unas monedas de su país con el rostro de un indígena estampado en su revés. Yo le regalo una moneda de $10, $100 (nueva) y $100 (antigua), de Chile. Le cuento de las alas de la libertad y la democracia, de la mujer mapuche y las oyas de plata y de nuestro héroe nacional que nos liberó con ayuda del Argentino San Martín.

El aviso que el avión se iba lo anunciaron dos veces en inglés y Maorí. Elizabeth entendía ambos idiomas. Pero sólo cuando escuchó su nombre tomó su bolso, se despidió con un abrazo de todos y caminó lentamente hacia el counter 9. Mirando hacia atrás como si fuera por tick nervioso. Mara espera dos minutos y se quiebra con 2 lágrimas.

La última vez que vía a Victoria fue en el aeropuerto Arturo Merino Benitez de Santiago, junto a Vinicius y Mara. Ella debía esperar unas horas antes de volar a Buenos Aires y esperar allí a su marido para partir a la Plata. Al despedirnos me dice que aproveche todo mi tiempo en salir a caminar con mis hijos y que recupere a mi familia. Le digo que lo intentaré. Pero eso tiene que ver con el amor reencantado, que requiere tiempo de reencuentros, de volverse atractivos para la otra persona, mútuamente, en lo espiritual, físico y mental. Pero lo que viene ahora es tiempos de abogados, ...no precisamente donde aparecen las mejores personas y donde se recuerdan los momentos felices. Victoria. Lo intentaré en el plazo que me invite Dios, si es que ese fuera el camino que tiene preparado para mi. El descabezado grande y el Quizapu me salen a saludar desde la ventanilla del avión. Muestro los humedales costeros del Maule a Mara y Vinicius.

La última vez que vi a Vinicius fue en el aeropuerto Arturo Merino Benitez de Santiago, estaba junto a Victoria y Mara. Su expresión era de mucho cansancio. Yo pienso que especialmente el cansancio de mantenerse firme hasa el final, sin quebrarse. Me dice que tenemos que armar algo para reencontrarnos en algún seminario o algo. Le brillan los ojos. Por supuesto le digo. También le digo que fueron excelentes paseos y conversas. El vuelve a Curitiba para encontrarse con su hija adolescente, el lunes, y entregarle sus regalos y conversaciones de padre.

La última vez que vi a Mara, fue en el aeropuerto Arturo Merino Benitez de Santiago. Estaba junto a Victoria y Vinicius. Nos abrazamos tres veces. Lejos fue la persona con que más compartí en este viaje. Paseos. Paisajes. Puestas de sol. Miradores. Conversas de vida. Conversas de trabajo. Del parque nacional. De la amazonía. De sus proyecciones. De Sao José du Barreiro y de las Sierras de Bojaina, junto a su esposo. Le irá bien en la vida. Tiene mucho trabajo por delante para salvar la amazonía, pero no me cabe duda que lo hará bien. Es un trabajo de larga data. Le digo que algún dia me dará suficiente material como para escribir un libro para niños "Mara la exploradora" "Mara y la amazonía". No me lo cree, pero le insisto que no lo sabe aún. Sus muestras de bondad le brotan cuando respira. Le digo que escuche el gracias a la vida y lea el mar de fueguitos de Galeano. Especialmente la última parte. Me dice que espera que encuentre a alguien que me ame y que yo ame, que desea que sea feliz...que me lo merezco.

Doy media vuelta y camino. Tomo la que era mi última foto. Nadie sabe en el aeropuerto que pasa. Tanta emoción y tanto país diferente. Una despedida de un chileno de una argentina y dos brasileños, con tanta emoción?. No eran deportistas. No eran de una religión especial. ¿De qué sería el encuentro de estos en alguna parte del pacífico?.



Eso fue Jica...!!

THE END (EL FIN) I Parte

Este final cuenta de V partes.

No me gustaría terminar nunca de escribir en este blog, pero éste ya cumplió su objetivo, que era compartir las experiencias que viviría en mi viaje por Japón, donde participé de un curso en Sistemas de Información Geográfica organizado por JICA y donde compartimos por 2 meses con un grupo de personas que provenían de Togo (Lidia Atutonu), Nepal (Podeul), Arabia Saudita (Ahmed), Argentina (Victoria), Mexico (Luis), Brasil (Vinicius), Brasil (Mara) y Chile (Patricio, yo).

Estoy convencido que el curso no hubiera sido el mismo sin este especial grupo de personas y las capacidades de inter-relacion positiva entre nosotros. Las clases o los paseos no hubieran sido los mismos, o simplemente no hubieran sido.

Las últimas actividades de compartir frente a un plato de alimento escuchando las propias músicas, historias, pensares, religion, etc. Fueron enormemente provechosas ahora que uno mira hacia atrás.

Cada uno elegía una canción de su pais. Yo elegí Gracias a la Vida de Violeta Parra, que en su momento traia nostalgia, cuando el resto de las canciones hablaba de la felicidad. Pero yo pensaba que esta canción quedaría en la retina de la gente una vez que terminara el curso. Hoy considero que la elección fue acertada.

Considerado hora chilena, salimos el sábado a las 6:30 am desde japón y llegué anoche domingo a las 20:30 pm a Talca. En el vuelo solo dormí unas 3 o 4 horas interrumpidas. Llegué destrozado y fui incapáz de levatarme para ir a trabajar en la mañana del lunes. Tendré que recuperar este trabajo despues.